jueves, 22 de abril de 2021

“Destellos y chamamé psicodélico en Curuzú Cuatiá” (Revista Caligari)



En Encandilan luces. Viaje psicotrópico con Los síquicos litoraleños Alejandro Gallo Bermúdez sigue las huellas de la emblemática banda de chamamé psicodélico nacida en Curuzú Cuatiá- la Liverpool del chamamé como la llaman algunos- provincia de Corrientes. En este rockumental nada convencional lo bizarro, lo improbable e inexplicable se vuelven rasgo distintivo de su estética y poética.

Desde hace años Gallo Bermúdez registra las presentaciones de Los síquicos litoraleños luego de escucharlos en vivo y quedar encandilado ante un show de sonido y estética psicodélica. El director no es el único que sufrió esta suerte de encantamiento, también lo sintieron muchos jóvenes músicos de Curuzú Cuatiá que se vieron profundamente influenciados por el sonido y la estética de Los síquicos.

Si los rockumentales intentan develar el misterio que se esconde detrás del éxito de bandas y músicos, en Encandilan luces el proceso parece ser absolutamente el opuesto: no debelar el misterio. A pesar de los testimonios que brindan allegados y especialistas del chamamé y del rock, la voz de los protagonistas permanece en las sombras, solo se manifiesta a través de su música y presentaciones. La mística que se genera en torno a ellos también se construye a partir de relatos de espectadores casuales. Al separarse del registro riguroso y la construcción de un relato lineal queda algo de espacio para la ficción. El espectador por momentos puede incluso dudar de la verosimilitud de algunos hechos ya que se escinden elementos centrales que ayudarían a comprender como ocurre el recorrido y el crecimiento de la banda que concluye en una gira en ciudades europeas. A través de esta acción deliberada de omisiones, este zigzagueo en torno a la historia lineal, el director pone en duda la verosimilitud del registro documental. Logrando que por momentos el espectador llegue a preguntarse: ¿no estaremos frente a un falso documental? No solamente se establece un cruce entre documental y una posible ficción, también se despliega una mixtura de géneros que abarcan desde la comedia hasta la ciencia ficción. El resultado es una narración que escapa de la solemnidad, llena de libertad creativa y experimentación.

El proceso de hacer una película puede ser un acto amoroso y es tal la compenetración y admiración del director hacia sus personajes que el propio proceso creativo de la película comienza a amalgamarse con el de Los sónicos. El cambio afecta a ambas partes, que de forma paralela dan el salto de lo amateur a la profesionalización. Lo notable es que no pierden la frescura de esos primeros sonidos e imágenes en el traspaso, el espíritu de hazlo tu mismo permanece intacto. Las imágenes grabadas en Mini DV conviven con imágenes de mayor calidad, el sonido grabado en soportes caseros se fusiona con grabaciones más fieles. La afinidad también es estética y poética, tanto la banda como el director se valen de una multiplicidad de referencias, soportes y texturas, logrando una nueva reinterpretación y apropiación de todos esos elementos diversos que confluyen en un collage psicodélico y alucinante. Desde lo lúdico y experimental, a tientas, sin un plan previo ni estructuras rígidas Gallo Bermúdez sigue genuinamente esa luz que tanto lo ha encandilado.

Por Belén Paladino, para Revista Caligari.

https://caligari.com.ar/encandilan-luces-viaje-psicotropico-con-los-siquicos-litoralenos2019-de-alejandro-gallo-bermudez/

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